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Secamanos: guía de compra para elegir la mejor opción

Oficinas, restaurantes, hospitales, fábricas… En cualquier espacio de trabajo, la higiene es imprescindible tanto para garantizar la salud de empleados y clientes como la calidad de los servicios y productos finales. Un buen secador de manos hará mucho más fácil el día a día, al mismo tiempo que algunas de sus características adicionales pueden mejorar la operativa de la empresa, por ejemplo, asegurando un secado rápido que no interrumpa el flujo de personas.

En esta guía, explicamos los diferentes tipos de secamanos disponibles que hay en el mercado y sus principales especificaciones técnicas, para que sea más fácil decidir cuál se adapta mejor a las necesidades del negocio. También incluimos consejos para su mantenimiento y detalles sobre su impacto medioambiental para no descuidar el compromiso de la corporación con la sostenibilidad

Secamanos: Guía Completa Para Elegir el Mejor | BruneauSecamanos: Guía Completa Para Elegir el Mejor | Bruneau

La importancia de la higiene en entornos laborales

Empecemos por lo esencial. La propagación de gérmenes y bacterias puede afectar tanto a la salud de los empleados como a la productividad de la propia empresa, pueden dar lugar a enfermedades y por tanto causar ausencias laborales entre el personal. Tal como respaldan estudios oficiales, y como ha podido comprobar medio mundo en los últimos años, una higiene de manos adecuada en la oficina puede ayudar a reducir la transmisión de enfermedades infecciosas.

Entre las diferentes medidas de higiene que puede implementar una empresa, los secamanos, como su nombre indica, permiten a los usuarios secar sus manos después de lavarlas. Al mismo tiempo, ayudan a evitar la contaminación cruzada en hospitales, restaurantes y centros de atención al público. Dado que la rapidez con la que el personal se puede secar las manos puede influir en el flujo de trabajo, la velocidad y la capacidad del dispositivo son dos factores importantes a tener en cuenta a la hora de comprar un secador de manos.

Secamanos de papel

Los secadores de manos de papel proporcionan un secado inmediato, aunque su rendimiento depende de la calidad del papel empleado y del tipo de dispensador. Por ejemplo, los paquetes de toallas que van en su interior pueden dispensar entre 400 y 1000 hojas.

En sí, este tipo de secamanos reducen el contacto con el dispositivo al dejar coger directamente la hoja desechable, aunque hay modelos aún más higiénicos con dispensador automático mediante un sensor de movimiento.

Pliegues del papel

Las hojas de los secadores de manos de papel suelen estar dispuestas en diferentes tipos de pliegues que hacen mucho más fácil extraerlas. Las hojas plegadas en Z y V conducen a la siguiente cada vez que se extrae una, distribuyendo el papel de manera regular sin necesidad de contacto con el dispensador. Es bastante habitual en atención médica, hoteles y restaurantes.

Por otra parte, las hojas plegadas en C suelen ser una alternativa más económica gracias a una distribución que se realiza hoja a hoja. Estas suelen ser más recomendables para entornos profesionales con mucho movimiento.

Calidad y color del papel

Secamanos

  • Espesor: Simple, doble o triple. Cuando más grueso, más absorbente y resistente.
  • Gofrado: Refuerza la absorción y aporta una sensación agradable al usuario.
  • Suavidad: Depende de la guata utilizada, el relieve y el grosor del papel. Técnicas como Airflex, o guata solapada, dan una sensación aún más suave parecida al textil.

La blancura del papel es el resultado de cuán virgen es la guata utilizada, puede ser extrablanco, blanco y reciclado, aunque también hay opciones beige, rosadas o azules. Por ejemplo, la guata azul es la más habitual en la industria alimentaria porque es fácil detectar cuándo está en contacto con los alimentos.

Bobinas de papel

Las bobinas de papel suelen ser la mejor opción para entornos industriales: cocinas, talleres, garajes, etc. Pueden tener hojas precortadas o no, útiles tanto para las manos como para la limpieza de superficies y equipos gracias a su dispensación rápida de papel. También son la opción más económica teniendo en cuenta el coste por hoja.

Color del papel en las bobinas industriales

Las bobinas industriales pueden llegar a ser muy grandes, proporcionando hasta 1000 hojas por rollo. Suelen estar disponibles en tres colores, cada uno para un uso. Por ejemplo, la bobina de gamuza suele ser para talleres, gasolineras y garajes. Es muy útil para secar la suciedad gruesa y persistente, como grasa, aceite o alquitrán. Por otra parte, están las bobinas blancas, más recomendadas para laboratorios o entornos médicos por ofrecer un secado más delicado, y las bobinas azules, para secados agroalimentarios y espacios colectivos.

Dispensadores para bobinas industriales

Dependiendo del tamaño de estos secadores de manos, pueden existir dispensadores compatibles con sistemas de distribución de bobinas laterales o centrales. En ocasiones, las bobinas incluyen un núcleo de cartón que debe quitarse antes de colocarla en el dosificador para que el papel fluya con cada tirón.

Distribución tradicional

Este sistema de distribución permite que los usuarios tiren del carrete para conseguir tanto papel como sea necesario. Es un método práctico y rápido, aunque puede facilitar que se deseche una cantidad innecesaria de papel tras cada gesto.

Distribución hoja a hoja

Este viene a ser el mismo sistema que comentábamos antes con la particularidad de que el papel se extrae hoja a hoja. Esta distribución ayuda a controlar mejor el consumo de papel aunque no sea tan rápido en ocasiones como el anterior.

Secadores de manos eléctricos

Estos dispositivos no cuentan con rollos o paquetes de papel, se conectan a la corriente y pueden secar las manos en tan solo 10 o 20 segundos, expulsando aire. Los modelos originales cuentan con un botón para activarse, aunque las marcas han ido desarrollando nuevas tecnologías para mejorar tanto la experiencia como el secado de manos.

Los secadores de manos eléctricos más recientes se activan con sensores de movimiento, por lo que el usuario solo ha de acercar las manos para que se encienda, no necesita tocar ninguna superficie. A la hora de escoger un secamanos eléctrico u otro, también hay que tener en cuenta el ruido que puedan hacer y el consumo energético que supongan.

Secamanos de aire pulsado

Los secadores de mano de aire pulsado suelen ser más rápidos, pero también más ruidosos. Las manos suelen estar situadas en el interior del dispositivo, o encima de él, donde les llega el aire pulsado a 300 km/h aproximadamente para secar rápidamente en 10 o 12 segundos. Suelen ser una opción económica.

Secamanos de aire caliente

Los secadores de manos de aire caliente emiten un chorro que seca las manos a un ritmo más lento, siendo mucho más silenciosos. Las manos se suelen colocar debajo del dispositivo y tardan un promedio de 20 segundos en secarse. Puede dar la impresión de que las manos no están completamente secas tras su uso.

La mayoría de secadores de manos eléctricos suelen incluir filtros antibacterianos para reducir la propagación de bacterias y otros patógenos en el aire al filtrar este antes de que llegue a las manos. Suelen estar hechos de materiales antimicrobianos y algunos incluyen luz ultravioleta, especialmente útil en hospitales y clínicas.

Mantenimiento de los secamanos

Sean del tipo que sean, de papel o eléctricos, los secadores de manos requieren de un sencillo mantenimiento para asegurar que sigan funcionando correctamente para mantener la higiene en el espacio de trabajo.

Mantenimiento de los secamanos de papel

Los secadores de manos de papel utilizan consumibles para funcionar, por lo que es clave asegurar que siempre estén llenos. Los rollos o paquetes de papel han de estar bien puestos en el dispensador para prevenir atascos o que las hojas no se corten bien.

Además, es recomendable limpiar el dispositivo de manera regular, tanto por dentro como por fuera, para evitar la acumulación de gérmenes y bacterias que pueden transferirse a las manos. Esto incluye limpiar las áreas de contacto con las manos. Con un paño y un limpiador suave sería suficiente.

Mantenimiento de secamanos eléctricos

La mayoría de los secadores de manos eléctricos están equipados con filtros antibacterianos que deben cambiarse de tanto en tanto para asegurar que siguen capturando bacterias y gérmenes en el aire. Del mismo modo, es necesario limpiar la carcasa del dispositivo con frecuencia para evitar la acumulación de polvo y suciedad, tanto por razones de higiene como para asegurar que el motor y otros componentes internos sigan funcionando bien.

Eficiencia energética y sostenibilidad

Las empresas comprometidas con la sostenibilidad pueden tener en cuenta dos factores a la hora de elegir modelos responsables con el medio ambiente: la eficiencia energética del dispositivo y si los consumibles son respetuosos con el planeta.

Hojas de papel recicladas

En el caso de los secamanos de papel, las empresas siempre pueden optar por comprar consumibles responsables con el medio ambiente. Las hojas de papel reciclado, ya vengan plegadas en paquetes o en bobinas, son igual de eficientes que las tradicionales y contribuyen tanto a la reducción de residuos como a la promoción de ciclos de producción más sostenibles. La mayoría están certificadas por organizaciones ecológicas que respaldan su producción ética.

Menos gasto de energía

En cuanto a los secadores de manos eléctricos, es recomendable que las empresas echen un ojo a las especificaciones técnicas sobre su consumo eléctrico antes de elegir un modelo u otro. Existen secamanos diseñados para utilizar menos energía y secar las manos más rápido, por lo que el empleado no tiene que invertir mucho tiempo en ello y la empresa puede ahorrar en la factura de la electricidad a largo plazo.

Integración del secamanos en la oficina

Más allá de sus características técnicas, los secamanos están disponibles en múltiples tamaños y diseños, por lo que es fácil encontrar alternativas que combinen bien con la decoración del espacio de trabajo.

Colores y materiales

La mayoría de los modelos suelen tener acabados metálicos en acero inoxidable para un acabado limpio y profesional, aunque también hay muchos modelos de plástico entre los que elegir. Estos suelen ser más económicos y estar disponibles en varios colores, como negro, blanco o con detalles en azul.

Ambas opciones son fáciles de limpiar y de combinar con todo tipo de entornos, sobre todo estéticas modernas, industriales y minimalistas. Las opciones pueden contar con acabados brillantes, mate o texturizados.

Tamaño y ubicación

A la hora de comprar un secador de manos para la oficina hay que tener en cuenta el espacio disponible en los baños, o en el lugar donde se quiera instalar. Si el espacio es reducido, es mejor optar por modelos compactos para que no resulte incómodo su uso o su presencia. Estos modelos están diseñados para ocupar poco espacio, no sobresalen demasiado y se pueden instalar a una altura cómoda para ser accesible para todas las personas, incluidas aquellas con movilidad reducida.

En definitiva, elegir el secador de manos más adecuado dependerá de las necesidades del entorno de trabajo y del tipo de sistema que se prefiera usar: de papel o eléctrico. El volumen de uso determinará los consumibles más adecuados o la potencia del dispositivo conectado a la corriente para asegurar que la velocidad de secado no suponga problemas en la productividad del equipo. No es lo mismo un dispositivo para una oficina o un restaurante que para un hospital o una fábrica.

Para las empresas que están comprometidas con el medio ambiente, hay paquetes o bobinas de papel reciclado, del mismo modo que modelos eléctricos diseñados para consumir poco. Eligiendo un tamaño y diseño que quede bien con la decoración de la oficina, el dispositivo pasará totalmente desapercibido. En Bruneau, tenemos multitud de opciones con las que asegurar la desinfección de manos y superficies en el entorno laboral.