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Vivimos en un mundo cada vez más preocupado por el medio ambiente y las personas van aportando su granito de arena a revertir la situación actual, sobre todo mediante una gestión adecuada de residuos en oficinas. Esta práctica se ha convertido en uno de los principales objetivos de las marcas, una forma de aumentar la reputación de las empresas frente a consumidores.
Aunque este problema afecta tanto a entornos domésticos como profesionales, las oficinas de cualquier empresa son capaces de generar grandes cantidades de residuos día a día. Dada esta situación, se han empezado a implementar prácticas más responsables con el medio ambiente capaces de minimizar su impacto y aquí te traemos algunas de las más comunes para reducir, reciclar y reutilizar suministros de oficina, además de consejos para oficinas que buscan organizar áreas específicas de reciclaje y educar al equipo en una cultura más ecológica.
Todas aquellas empresas comprometidas con implementar prácticas más sostenibles en sus oficinas, suelen contar como mínimo con una gestión adecuada de residuos como papel, plástico, cartón o materiales desechables que ayudan a evitar la acumulación de desechos. Una mala gestión puede causar un impacto negativo en el entorno al llegar los residuos mezclados a vertederos o incineradoras donde no se les da el tratamiento más oportuno a cada categoría, contaminando y agotando los limitados recursos naturales disponibles en nuestro planeta.
Además, un tratamiento apropiado de los residuos puede ayudar a mejorar la imagen de la marca frente a su público objetivo, haciendo más fuertes sus relaciones con clientes, proveedores externos e incluso empleados. Gracias a la muestra de este compromiso con la sostenibilidad, las empresas tienden a ser vistas con mejores ojos por la comunidad, atrayendo a consumidores y nuevo talento que también comparte esos valores.
El primer paso más habitual a la hora de establecer estrategias para la gestión de residuos suele ser reducir la cantidad de desechos generados adoptando prácticas como implementar políticas de impresión a doble cara y fomentar la digitalización de documentos con el objetivo de reducir el consumo de papel. También resulta de ayuda promover el uso de correo electrónico tanto para comunicaciones internas como externas, y eliminar artículos de un solo uso, como vasos de plástico, que suelen estar presentes en las fuentes de agua disponibles para los empleados y las áreas de descanso de la oficina.
Contar con espacios en la oficina destinados al reciclaje hará más fácil a los empleados separar papel, plástico, vidrio y otros suministros como tóners de impresora, pilas o bombillas. Con contenedores separados bien señalizados será suficiente para empezar.
Por otra parte, resulta muy útil fomentar la reutilización de materiales, por ejemplo, contando con una vajilla a disposición de los compañeros de trabajo en el área de descanso, con tazas y botellas reutilizables, en la que puedan comer y disfrutar de café o té durante sus pausas. Otra práctica común es realizar donaciones de equipos en desuso, además de reutilizar sobres y carpetas de archivo.
Aunque no sea tan habitual dada la complejidad que tiene respecto a las otras prácticas, el compostaje también es recurrente en las oficinas de grandes empresas. Mediante esta estrategia podemos reducir la cantidad de residuos orgánicos que acaban en vertederos, como restos de comida, posos de café y otros materiales orgánicos. Con el compostaje podemos conseguir fertilizantes naturales perfectos para nutrir áreas verdes o ajardinadas de la oficina.
A la hora de organizar un espacio en la oficina para el reciclaje, resulta muy útil contar con contenedores bien señalizados en zonas de fácil acceso en las que haya tránsito recurrente, como salas de descanso o áreas cerca de impresoras, de esta forma les quedará más a mano que en otras excesivamente apartadas o escondidas. Es recomendable incluir carteles con información específica sobre los materiales que se pueden reciclar en cada contenedor para que no haya confusiones, minimizando errores.
Además de estos carteles informativos, sería interesante fomentar una cultura de reciclaje responsable entre los trabajadores a través de la organización de actividades en grupo como definir protocolos, charlas educativas e incluso voluntariados en colaboración con organizaciones externas ligadas a alguna causa ecológica.
Ya son muchas las empresas que implementan día a día prácticas de gestión responsable en sus oficinas. Por ejemplo, Google y Patagonia cuentan con programas de compostaje en muchas de ellas, demostrando una vez más su compromiso con la sostenibilidad. Tanto grandes como pequeñas corporaciones han sido capaces de reducir su impacto ambiental, optimizar la operativa de la empresa y mejorar la reputación de la marca frente a la comunidad mediante protocolos exitosos en toda su cadena de suministro, desde la producción hasta la distribución.
En definitiva, la gestión correcta de los residuos en la oficina nos permite proteger el medio ambiente al mismo tiempo que mejoramos la reputación de la empresa al conectar con el creciente público preocupado actualmente por la salud del planeta. Con sencillas prácticas de reducción de residuos, reciclaje y reutilización de materiales, como el compostaje, es fácil implementar una cultura sostenible con la que los empleados puedan estar orgullosos de luchar contra el cambio climático y la contaminación ambiental.