El Estatuto de los Trabajadores establece que en jornadas superiores a las seis horas los empleados deben disfrutar
de una pausa de al menos 15 minutos. Esta pausa se puede considerar como tiempo de trabajo, si así lo regula el convenio colectivo (muchos lo hacen,
e incluso mejoran esta medida).
¿Qué hacer durante esos preciosos minutos? Quedarse en el puesto no es una opción para estirar los músculos y
relajar la mente.
Mejor nos vemos en la sala de descanso.