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Escuchar música en el trabajo: un plus de productividad y bienestar

Si en tu empresa está mal visto que trabajes en modo "inmersión sonora" con tus auriculares, que sepan que necesitan un cambio de chip. O de playlist. Diversos estudios científicos avalan los beneficios que la música aporta a nuestro cerebro en general y, en concreto, durante nuestra actividad laboral.

Brik de agua BruneauBrik de agua Bruneau

Escuchar música desencadena en nuestro cerebro hasta cinco mecanismos: uno promueve la secreción de oxitocina (la "hormona del amor"); otro libera dopamina ("hormona del placer") y un tercero regula la hormona cortisol, reduciendo así el estrés. Los otros dos dinamizan el ánimo, la motivación y las estructuras del lenguaje. Casi nada.

El mejor aislante

La música estimula la creatividad y la concentración. Pisando el terreno práctico, no hay nada como darle al "play" y olvidarse del ruido de las obras de al lado, de la narración detallada del fin de semana en familia de Pedro, de contabilidad, y del timbre de los teléfonos de fondo (si no eres una de las personas que deben atenderlos, todo hay que decirlo).


Conclusión: en un día de lluvia, olvídate antes el paraguas que unos auriculares. Son tan imprescindibles como la ropa limpia para ir al médico. Grábatelo.

Experiencia grupal

Los mismos estudios científicos recalcan el componente de interacción social que posee la música. Por tanto, si tu empresa dispone de salas de ocio o descanso, no dudes en equiparlas con un par de altavoces. Para hacer la experiencia más participativa, ¿por qué no crear una playlist colaborativa para el personal? Un móvil conectado vía bluetooth a ese par de altavoces, una cuenta de Spotify y que los empleados puedan agregar y hacer sonar fácilmente sus temas preferidos. Es la reinvención perfecta -y bien económica- de las gramolas ('jukebox') que hicieron furor en los años sesenta y setenta.


Una lista para cada oído

La diversidad de plataformas de 'streaming' hacen posible casi personalizar la experiencia musical. Antes hemos mencionado Spotify, pero puedes encontrar servicios similares como Tidal, Deezer, Amazon Music o Youtube Music.


Las listas de reproducción, lejos del estándar de la clásica radiofórmula, se adaptan cada vez con más acierto a los gustos de cada oyente. Existen playlists clasificadas no solo por estilos, sino también dedicadas a estados de ánimo o a entornos como el trabajo en la oficina.


Hasta existen listas especializadas en reproducir ruidos de ambiente. Aquellos que busquen concentración extrema encontrarán fácilmente listas de reproducción de ruido rosa, blanco o marrón (tres variaciones del clásico ruido de "nieve" de las teles antiguas, para entendernos).